lunes, 25 de julio de 2011

NIÑOS Y MASCOTAS: ¡FÓRMULA PERFECTA¡

Las mascotas favorecen la sensibilidad de los niños
Tener una mascota puede enseñarle a un niño responsabilidad y respeto por los animales, además de proveerle diversión y ejercicio físico. Ellas tienen una influencia muy positiva en la salud de los niños así como de los adultos. Y es que los animales son capaces de generar cosas que van más allá de lo que se espera.
Son fieles, cariñosos, responden siempre de la misma manera y son incapaces de juzgar a sus amos. Se ha demostrado que ofrecen mucho más que simple compañía: son magníficos terapeutas.
Esta es una de las experiencias más gratificantes en la vida de un niño ya que no solo puede darle un amigo que le ofrece amor incondicional, sino también puede enseñarle responsabilidad e inspirar empatía hacia otras criaturas vivientes.
Para el médico veterinario Róger Cartín, se resume en que si un niño tiene la capacidad de querer a un animal, quiere a un ser humano.
La psicóloga y terapista gestalt, Maureen Vizcaíno, explica que los animales ayudan a los niños a desarrollar y expresar sentimientos de ternura y de protección. Ese contacto físico con ellos, agrega, es importante para su sano crecimiento psicológico.
En un artículo publicado en diciembre del año 2000 en www.cnnenespanol.com se relata la experiencia de la fotógrafa y escritora Renee Lamm Esordi, quien acompañó a colaboradores del Proyecto de Terapia con Perros de Alto Michigan, un programa comunitario de voluntarios que visitan regularmente, llevando a sus animales, varios establecimientos como asilos para ancianos, hospitales infantiles y unidades psiquiatras llevando sus animales. Ella capturó la relación entre pacientes y animales en su libro "You Have a Visitor: Observations on Pet Visitation and Therapy" (Tienes visitas: Observaciones sobre las visitas y terapia con animales). “Cuando uno entra con un grupo de personas que llevan sus mascotas, a veces ve gente en silla de ruedas y se les ilumina la cara, hay risas y conversación animada”, dijo Esordi. “Los animales te hacen sentir muy cómodo y hacen que sea más fácil iniciar una conversación”", añadió. La terapia con animales tiene éxito, debido al amor incondicional del animal.
En 1980, la revista Public Health Reports publicó un estudio comparativo del valor terapéutico de las mascotas. En él se ponía de manifiesto que, prácticamente el 100% de las personas que habían sufrido un ataque cardíaco y cuidaban de un animal, seguían vivos un año después. En cambio, entre aquellos pacientes coronados que no tenían animales, un 30% no superaban el primer año.
Planificación
Para que los efectos sean tan positivos, es necesario hacer algunas consideraciones fundamentales. Primero que todo, la familia debe estar preparada para hacer frente a los compromisos necesarios para el bienestar de la mascota. No hay que olvidar, que a una mascota hay que darle cariño, tiempo (hay que sacarla a pasear en el caso de los perros, hay que jugar con él y enseñarle buenos hábitos), dinero (alimentación, veterinario, accesorios, etc.) y un espacio para en la casa.
“Una buena planificación es clave, se deben establecer límites y tener reglas muy claras”, comenta Vizcaíno, quien enfatiza sobre la importancia de que la mascota sea del agrado del pequeño, por ello es conveniente que los niños participen en su selección.
Para evitar problemas, los padres deben revisar su estilo de vida y posibilidades, es conveniente preguntarse ¿qué tipo de mascota se adapta a las actividades sociales y hábitos vacacionales de la familia?, ¿inversión de tiempo para el cuidado de la mascota? ¿ espacio que necesita para vivir confortablemente? Y piense en cuánto dinero puede gastar, no sólo en la inversión inicial, sino también en el mantenimiento de la mascota a largo plazo.
También se debe considerar cuánta responsabilidad puede tener el niño cuando se decide si se tiene o no una mascota y de qué tipo. Los niños pequeños, por ejemplo, están obviamente limitados en cuanto al tipo de ayuda que pueden dar al mantener una mascota. Los niños en edad escolar pueden, con apoyo de sus padres, hacerse mucho más a cargo de la misma. 
“Hay que involucrarlos con los cuidados del animal con el fin de que se hagan responsables”, manifiesta Cartín.
Más de una razón
La convivencia con animales de compañía es muy positiva para los niños por los siguientes motivos: 
• Estimula la afectividad del niño. 
• Genera actitudes de responsabilidad (tienen que sacarlos a pasear, darles de comer, etc.). 
• Ayuda a que los niños sean más sociables. 
• Potencia la sensibilidad del niño.
Sanos y fuertes
Los animales deben estar en excelentes condiciones, especialmente si van a vivir en el hogar:
Tenga las vacunas al día.
Proporciónele una alimentación adecuada.
Establezca horarios de comida.
Sométalo a revisiones periódicas.
Vele por su hidratación.
Ante cualquier duda o temor, asesórese siempre con un médico veterinario.
Buena respuesta
Se ha demostrado que la relación con animales aporta una significativa mejoría en niños autistas, en hiperactivos, en sordos y hasta en niños con un historial de malos tratos.
Particularmente en el caso de niños con problemas psicológicos o emocionales, la mascota puede jugar el determinante papel de ser el que le conduzca al mundo real: un perro, por ejemplo, juguetea con su pequeño amo, le persigue incansablemente. Está científicamente demostrado: la terapia asistida con animales en niños autistas aumenta su respuesta social.
 Carolina Méndez 


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