domingo, 10 de febrero de 2013

LEER Y PENSAR ¡¡¡¡¡


Me cuesta aceptar como profesional que en nombre del amor, se sufra, es posible que al leer esto, me cuestiones, es válido y aceptado, maravilloso estar en desacuerdo, esto nos permite crecer y aprender a ti y a mí. Cuantos seres humanos he visto llorar, en forma desgarradora, por situaciones sentimentales relacionadas con el apego, o simplemente al amor costumbre. “Me abandono, se fue con otro u otra” “me traiciono” “No puedo vivir sin él o ella” etc, lamentos desde el dolor y el sufrimiento, en nombre del amor y como por arte de magia se transforma en rabia, dolor, maltrato verbal o físico, acoso, persecución y yo me pregunto ¿Qué paso con el amor? ¿Qué paso con lo bonito de los años compartidos?, de la alegría vivida, la bondad, el afecto demostrado, los espacios en conjunto y en muchos casos los hijos, producto de ese inmenso amor viviendo unas consecuencias que no se merecen en nombre del amor.
Será que sí vamos a aprender a amarnos, valorarnos y respetarnos en el contexto del amor. Será que puedo aceptar que ese amor se transformó en otro orden del amor y la persona se va, será que puedo sentir ese amor desde la alegría, como la oportunidad de un nuevo comienzo en de vida, un espacio para compartir contigo mismo, encontrarte de nuevo y seguir el camino feliz, sin dolor, sin maltrato y en muchos casos hasta estar sano (a) sin ninguna pareja.
Porque no aprendimos como otras especies a manejar el desapego y si nos enseñaron a vivir en el apego como la vinculación afectiva intensa, duradera, de carácter singular, que se desarrolla y consolida entre dos personas, por medio de su interacción recíproca, y cuyo objetivo más inmediato es la búsqueda y mantenimiento de proximidad en momentos de amenaza, ya que esto proporciona seguridad, consuelo y protección. No se trata de un sentimiento inmaterial, sino de conductas observables que comienzan de manera refleja, nos enseñaron a ver la relación como una necesidad, nos enseñaron el amor necesidad y es por ello que se manifiesta una fuerza que marca el resistirse a la separación, llegando a convertirse en una enfermedad, sintiendo ansiedad, desolación y abandono ante la pérdida. Nos enseñaron entonces a tenerle miedo a la soledad y nos reforzaron el refugiarnos en la figura de apego en momentos de tristeza, temor o malestar, buscando en ella o en él apoyo y bienestar emocional. No me refiero al tipo de apego seguro que es necesario en él bebe por muchas razones, me refiero a que usted es un adulto y como adulto tiene la responsabilidad de armase; Dicen que el amor es ciego, pero lo que es ciego, no es el amor, sino el apego. Como estamos en el mes del amor seguiremos con el tema, hasta nuestro próximo encuentro de aprendizaje, gracias por leer, compartir, seguirnos y apoyarnos un abrazo inmenso con todo mi amor para ti.
Luciamelia

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